lunes, 3 de octubre de 2011

MORTIFICACIONES ATEAS: (BARRAS Y ESTRELLAS)

Mi amiga Marisa, a veces me lleva a los saraos de la gente que sale en las revistas y que no tiene tiempo de trabajar . Me llama y dice: - Ponte algo de Tom Ford, corre!, y Yo, que ya me lo sé, corro y me pongo el Amancio Ortega por que el Tom Ford lo tengo siempre en el tinte.
La ultima vez que me invitó, fuimos a dos fiestas el mismo día... la verdad es que eran en días distintos pero al haber barra libre nos quedamos en la primera hasta que abrieron la barra de la segunda.
La primera fiesta la organizaba una revista de moda. Todas las invitadas iban superpuestas, al igual que algunos invitados que tambien iban superpuestos. Habia Guccis, Chaneles, Diores y hasta un vintage de Pitanguy. Actrices y actores dentro y fuera de la barra, modelos, directores de cine, una ministra, uno que se levantaba a las siete de la mañana para ir trabajar, etc..., pero lo que más me sorprendió de la noche fue encontrarme a Carmen Lomana. Siempre pensé que no existía y que era a Mario Vaquerizo lo que el Señor Casamayor a Javier Sarda. Lo que se aprende de noche.
El Gran Fin de Fiesta lo puso Gallardon que apareció cuando me iba. Yo pienso en el Alcalde todas la mañanas cuando camino de mi trabajo casi se me vuelca el coche en un agujero de dos metros de ancho que hay en la calle y que lleva unos veinte años. Como no pasa por mi calle, pues no lo ve, y si no lo ve, ¡como lo va a arreglar!. El socabón de Gallardon, que le llamo con afecto.
En fin que yo me fui como seguramente se irá Gallardón, salvo que Yo a mi casa y él, probablemente en breve, a un Ministerio. Espero equivocarme, pero algo me dice que será tan dura su ausencia de la alcaldía, que no nos quedaran más cojones que echarnos a la botella.
La otra fiesta os la cuento otro ida.